Chaves Rey

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La semana pasada cuando iba, en Sevilla, a jugar a fútbol vi atónito desde el autobús el nombre esperpéntico de una calle, “Chaves Rey”. Sabía, claro, que no se trataba del fantoche presidente de esta nuestra querida, devota y siempre folklórica Andalucía. Pero no por referirse al escritor Manuel Chaves Rey deja de dibujarme una sonrisa cada vez que la veo; y es parece que algún malintencionado, aunque eso depende de quién lo mire, olvidó poner el oficio de este buen hombre delante de los apellidos. Como diría el caza fantasmas Íker Jiménez, ¿casualidad o serendipia?

Pero, ¿por qué no nombrarlo presidente vitalicio o rey de Andalucía, no hicimos eso con un tal Juan Carlos?

¿El que su apellido rima con mort?

Ese mismo.

Podríamos crear un linaje, los Chaves. E incluso por eso de ser cordobés, fonéticamente hablando digo, podríamos añadir a tan ilustre familia el arlequín venezolano.

Pero como en toda monarquía que se precie, y la nuestra no va a ser menos, debe haber un grupo que se oponga…

…llamémoslos republicanos.

Estos rebeldes, desestabilizadores de nuestro recién constituido sistema, tratarán por todos los medios cambiar a nuestro bonachón rey por un representante electo.

¡Qué locura!

No nos la podemos jugar, si elegimos podríamos incluso hasta equivocarnos…

Pero por suerte nosotros no nos equivocamos, tenemos a nuestro monarca. ¡Y que viva la idiocracia!

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