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Horrible guerra, monstruosa masacre entre hermanos; guerra civil, la más incivil de todas las guerras. Manifestación atroz de la más grande perversión humana; lágrimas de sangre que se vierten a un mar de sufrimiento. Encarnizada lucha que tiene como consecuencia la masacre angustiosa de personas; sí, personas, con una historia, con una familia que llora desde la impotencia la muerte de su ser querido. Amasijo de cuerpos mutilados en un lago de sangre humana.
Estremecida sociedad desquebrajada por el rencor. Rencor y odio que destrozan y pervierten la conciencia humana, entrando en una espiral de violencia incontrolada. Deshumanizada humanidad, pues con la razón nublada, ¿qué nos queda de persona?. Nada. Sin razón somos animales guiados por nuestros instintos, y lamentablemente los instintos son muerte y destrucción.
Con la razón nublada, incontrolable furia se desata, furia que no atiende a razones o moral. Se vieron truncadas las vidas de miles de jóvenes que ansiaban libertad por encima del odio; pero cuando son millones los que han sucumbido al rencor se hace difícil escuchar la voz de unos pocos que pedían un poco de cordura en tiempos de vorágine política.
Ya quedó atrás la guerra civil, ya tan solo es un horrible recuerdo de tiempos pasados. Sangre, sudor y lágrimas ancladas en otro tiempo que nadie quiere recordar, y es que los dos bandos cometieron atrocidades que ya nadie guarda en la memoria si no es para discutir al ficticio adversario.
En los tiempos que corren ya no hay fascistas, ya no hay socialistas ni anarquistas; todo se ha suavizado hasta lo absurdo, pues todavía perduran ideologías sujetas al pasado como único medio de supervivencia, aún ideas de otro tiempo retumban en la conciencia de algún que otro joven idealista que mitifica a participantes de la contienda. Atrás quedaron grupos sociales empeñados en una lucha antagónica, pero estas palabras no suenan a nada, son pequeñas barcas en un mar de hipocresía; bonitas ideas corrompidas y traicionadas hasta ser luz en noche oscura.
WWWWWWWWWWParte de: “Desde el hondo crisol de la democracia”
WWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWSaul
Posdata: que la imparcialidad roce el absudo no es casualidad; es porque cuando lo escribí, hace ya dos años, era para presentarlo en un concurso. Que por cierto, no gané...
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