lunes, 19 de noviembre de 2007

¿ Dijo Platón: ¿ I love Chávez ?

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Con la escena circense de Juan Carlos mandando callar a Chávez se ha creado una acalorada discusión en torno a la figura del venezolano y su autoridad moral al frente de un supuesto gobierno mesiánico. Y con esto, pronto se ha lanzado a la palestra el pensamiento Platónico y reconducido la discusión hacia el choque o las similitudes entre la su teoría del estado perfecto y el totalitarismo.



Primeramente debería señalar el peligro inherente al sacar del marco espacio-temporal un pensamiento filosófico y aplicarlo a otra corriente extemporánea a éste, aún siendo el autor Platón y aún sabiendo lo “atemporal” de su antropología.


Con respecto a Chávez la discusión queda totalmente desvirtuada al pronunciar el nombre del bufón americano. Pero tras su sistema imperfecto anquilosado por una política y economía sin rumbo fijo aderezada con el populismo vacío de un líder más propio de una comedia que de un sistema socialista se esconde una cuestión mucho más profunda: ¿ estaría de acuerdo Platón con los sistemas totalitarios soviéticos y el nazi? Desde mi punto de vista no.


La teoría platónica de organización establece a los “guardianes perfectos” como el grupo social situado en lo más alto de la pirámide gobernante. Pero estos se podrían considerar de dos formas: como científicos o como grupo social destinado a “gobernar” la nueva sociedad.



1. Las ciencias



Hace poco leí un texto (“¿Por qué socialismo?”) de Albert Einstein en el que plantea, al igual que Platón, si puede alguien que no es un experto en cuestiones económicas y sociales opinar sobre la organización del estado.


Su respuesta al igual que la mía es clara y contundente, . Las ciencias modernas son actualmente lo que Platón llamó expertos o sabios.


Los científicos tratan de buscar leyes de aceptabilidad general que explican un fenómeno o conjunto de fenómenos para hacer la interconexión de éstos tan claramente como sea posible. Mas cabe destacar que la economía está profundamente conectada y depende de factores “aleatorios” imposibles de predecir. Los hechos económicos observables son el legado de un sistema económico-social (capitalismo) y las leyes derivadas del mismo no son aplicables a otros sistemas (como puede ser la sociedad perfecta).


Por otra parte, el estado expuesto por Platón se guía por un fin ético, algo que la ciencia es imposible que evalúe; ya que no puede establecer fines y mucho menos inculcarlos.


Por estas dos razones no se debe sobrestimar a la ciencia cuando de problemas humanos se trata. Ni afirmar que sólo los científicos (a los que Platón llamó sabios) pueden opinar a la hora de establecer un sistema perfecto.



2. Sistemas totalitarios


Para los nazis el estado perfecto debería estar gobernado por lo que llamaron “superhombres”, siendo la raza aria definitoria y definitiva. Este pensamiento se sitúa en las antípodas de la teoría del estado perfecto, ya que ésta es un engranaje más dentro del sistema ontológico. Para Platón estos “superhombres” lo serían, en tanto que mediante la dialéctica hubiesen alcanzado la Idea Bien para después iluminar con su conocimiento al resto. Esta es, quizás, la justificación platónica a un supuesto gobierno de los sabios.


Si nos fijamos en el franquismo en España nos daremos cuenta que no se puede justificar mediante Platón. El franquismo en sí no establece ningún fin, al contrario que lo podría hacer el fascismo de José Antonio, sino que se desarrolla como el pensamiento tradicional de la derecha (catolicismo, familia…); por lo que se le podría considerar como un régimen dictatorial, no totalitario.


El socialismo marxista es totalmente contrario a las ideas de Platón. Mientras Marx sitúa en la vanguardia de la nueva sociedad perfecta al proletariado, Platón sitúa a un grupo selecto de sabios y se ve al resto incapaz de formar parte en la organización del estado. Y, quizás, la mayor diferencia entre el sistema platónico y el marxista serían los fines. Para el primero el gobierno de los sabios sería el fin; algo totalmente contrapuesto a lo que Marx llamó “dictadura del proletariado” que se utiliza como medio para alcanzar el fin, una sociedad perfecta sin clases.



Expuestas estos tres sistemas se puede comprobar que no pueden tomar como referente a Platón. Pero se puede generalizar más y centrarnos solamente en regímenes totalitarios, quitándoles el apellido franquista o nazi.


Es difícil pensar que Platón es el referente de un sistema totalitario futuro al despreciar éste la democracia y justificarlo al desmenuzar su pensamiento hasta el extremo de sacarlo de su contexto y transformarlo en el ideólogo de Hitler o Stalin.


El sistema de Platón debe entenderse en su totalidad, ya que las partes forman el todo y están ligadas entre sí en tanto que de su conexión se puede obtener un conocimiento global de todos los ámbitos del cosmos (desde su formación hasta la organización del estado humano).


La teoría política de Platón se enmarca dentro de su sistema, por lo que no puede ser el referente ni la justificación de unas formas de gobierno ajenas a éste. Del mismo modo que sería estúpido decir que una lata de conservas se basa en un camión porque tienen elementos metálicos lo es afirmar que sistemas tan sólo “parecidos” (por llamarlos de alguna manera, ya que ni tan siquiera logran serlo) se basan en el platonismo para perpetuar su régimen totalitario. Se está muy equivocado extrayendo de Platón una parte de su sistema y comparándolo con otro, ya que el primero engloba todos los aspectos del cosmos mientras que el segundo tan sólo alude el ámbito de organización social y política.



El sistema de Platón tan sólo pude ser comparado consigo mismo, ya que su teoría política, y "odio" a la democracia, no es fruto de la casualidad, sino derivada de un profundo estudio epistemológico y basada en una estructura cosmológica determinada no aplicable a otros sistemas.



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